bloque de patchwork improvisado

Este año, he experimentado con la técnica del fusing, las aplicaciones a borde deshilachados y más recientemente el quilt de una sola tela. Pero a veces, viene de gusto volver a los orígenes, el patchwork verdadero, el buen viejo pieceo, que entre otras virtudes, permite realizar proyectos utilitarios más resistentes, en mi opinión, que las demás técnicas (que no son propiamente «patchwork», como expliqué en este artículo).

Para decorar la casa para Navidad, decidí renovar estas mangas de cojín, con la misma combinación de colores (rojo, blanco, gris, negro), aprovechando tiras de telas que sobraron de otros proyectos y unas primeras pruebas de impresión de fotos de invierno (las mismas fotos que entran en estas composiciones pero en más grande). Esto sí es patchwork tradicional, reciclando pedazos de tela.

Pero como verdaderamente tradicional me cuesta mucho, elegí varias telas lisas para complementar las fotos, y corté las telas de ancho distintos, sin medir nada, rompiendo el paralelismo.

bloque de patchwork en rojo, gris y negro

La técnica consiste en coser unas tiras juntas, luego juntar entre sí los grupos de tiras para componer bloques. Algunas quilters recomiendan coser las tiras como vienen, una idea muy respetable, pero soy incapaz de dejar al azar el equilibrio de la combinación de colores y texturas (aquí usé telas de algodón y de lino lisas, un estampado de algodón y fotos impresas sobre algodón), así que estos bloques que parecen espontáneos en realidad son el resultado de mover las tiras de sitio varias veces antes de coserlas.

bloque de patchwork improvisado

Inicialmente hice 2 bloques distintos, para hacer 2 mangas de cojín a juego.

Pero en camino, se me ocurrió otra idea… los cojines se quedaron sin mangas nuevas y el proyecto se convirtió en este quilt mural!

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